AVANZANDO POR EL ADVIENTO CON LAS MUJERES DE LA BIBLIA

Un camino hecho de paciencia, valor y confianza

Print Mail Pdf

Sara y Tobías

Sara había contraído matrimonio siete veces, pero todos sus maridos habían muerto al entrar en la habitación nupcial. Esa hija del pueblo de Israel estaba poseída por el demonio Asmodeo. Insultada incluso por una sirvienta, Sara siente que no tiene remedio e incluso piensa en el suicidio. Luego se da cuenta de que eso provocaría aún más dolor a su padre y se pone a rezar a Dios: «¡Bendito seas, Dios misericordioso, y bendito sea tu Nombre para siempre! ¡Que todas tus obras te bendigan eternamente! Ahora yo elevo mi rostro y mis ojos hacia ti. ¡Líbrame de esta tierra, para que oiga más insultos! Ya he perdido siete maridos, ¿por qué debo vivir todavía? Si no quieres hacer morir, Señor, mírame y compadécete de mí, para que no tenga que oír más insultos». (Tb 3, 11-13.15). El Señor oye su desesperación y le envía al arcángel Rafael para sanarla. Termina casándose con Tobías hijo de Tobit, hombre justo y muy creyente.

Sara, mujer de Tobías, nos hace mirar este tiempo de Adviento con paciencia, la paciencia que tuvo que tener en las tristes pruebas que afrontó, pero también con un corazón valiente, dispuesta a tentar lo imposible cuando Dios llama a la puerta. A veces creemos que la paciencia y la valentía se oponen – la primera cualidad nos lleva a la espera y la otra a ponernos en marcha – pero la personalidad de Sara nos demuestra que es importante saber discernir cuándo hay que utilizar una u otra. El miedo que tenía Sara para tomar un octavo marido, Tobías, era enorme, pero no dudó y los dos sintieron la necesidad de confiar juntos ese paso arriesgado rezando al Señor, mostrando la rectitud del corazón e invocando su misericordia para permitirles llegar juntos a la vejez. 

Que la paciencia, el valor y el hecho de confiar nuestras elecciones y nuestra vida a Dios acompañen nuestros pasos hasta la gruta de Belén en este tiempo de Adviento.


(II semana de Adviento)