Una mirada al 2020 desde Tierra Santa

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Unosguardo2020 La situación actual del Patriarcado latino de Jerusalén está marcada por la crisis sanitaria vinculada a la pandemia, con la necesidad de acudir en ayuda de una comunidad católica que ha sido duramente probada.

Les proponemos algunos pasajes de la reflexión de Sami El-Yousef, Administrador General del Patriarcado latino de Jerusalén, que relata los momentos culminantes de estos complicados meses y las grandes iniciativas que han permitido a las comunidades cristianas de Tierra Santa ser apoyadas en sus dificultades y seguir siendo sembradoras de esperanza en su tierra.

 

Desde el punto de vista humanitario, el sufrimiento ha aumentado exponencialmente, y hemos tenido que ajustar nuestros esfuerzos para llegar al mayor número posible de personas que sufrían a causa de la pandemia. Los principales programas de ayuda han continuado ininterrumpidamente y se han incrementado con medicamentos, emergencias médicas, apoyo educativo, asistencia social, asistencia a refugiados y migrantes, creación de empleo en Gaza y asistencia a las comunidades marginadas de Jerusalén oriental. Además, y gracias a una generosidad sin precedentes tras los dos llamamientos lanzados en mayo, hemos podido ayudar a miles de familias en sus necesidades básicas y en los gastos de escolaridad.

En cuanto al componente pedagógico del Patriarcado latino de Jerusalén, el proceso de enseñanza y aprendizaje en el que participaron unos 20.000 jóvenes de 44 escuelas de Jordania, Palestina e Israel continuó gracias a la dedicación de 1.795 profesionales de la enseñanza que trabajaron muy duro para poner en práctica las clases a distancia, casi de la noche a la mañana y sin mucha preparación, y luego volver a la enseñanza adaptada en las aulas, para volver a una solución de aprendizaje mixto.

Las actividades pastorales han continuado a diferentes niveles según las reglamentaciones gubernamentales, que parecen más estrictas en Israel que en Palestina y Jordania, donde continúa la casi normalidad. Las actividades en las que participaba un gran número de personas eran todas limitadas, ya fueran campamentos de verano, grandes celebraciones para fiestas importantes, bodas o funerales. No obstante, se mantuvo el contacto entre los sacerdotes y los fieles, y se organizaron muchas actividades virtuales, incluida la difusión de misas.

Al acercarse el final del año, hemos acogido con satisfacción la decisión del Santo Padre de nombrar a Mons. Pizzaballa como el décimo Patriarca latino de Jerusalén desde la restauración del Patriarcado latino en 1847. Este nombramiento nos asegura que la ardua labor de los últimos cuatro años continuará sin interrupción ni demora, para poner el futuro del Patriarcado latino de Jerusalén sobre una base financiera y administrativa sólida y permitirle así hacer frente a los muchos desafíos que quedan por delante.

Para concluir, permítanme expresar nuestra gratitud y reconocimiento a nuestros generosos benefactores de todo el mundo, y especialmente a todos los que nos han ayudado de manera tan extraordinaria en respuesta a los dos llamamientos; gracias por su generoso apoyo, tanto moral como financiero, sin el cual nuestra labor no habría sido posible.

 

 

(Enero 2021)