Reportaje: el primer viaje oficial del nuevo Gobernador General en Tierra Santa

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Delegación con Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo La delegación del Gran Magisterio que acompañaba al Gobernador General fue recibida en el Patriarcado Latino por Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, nuevo Vicario patriarcal para Jerusalén.

Del 10 al 16 de septiembre de 2017, el Embajador Leonardo Visconti di Modrone, Gobernador General de la Orden del Santo Sepulcro, realizaba su primer viaje oficial a Tierra Santa. Iba acompañado por una delegación formada por Mons. Fortunato Frezza, Maestro de ceremonias de la Orden, Thomas McKiernan, presidente de la Comisión de Tierra Santa del Gran Magisterio, el profesor Bartholomew McGettrick, miembro de esa misma comisión, y el autor de estas líneas como director del Servicio de la comunicación de la Orden en Roma.

Durante esta visita, el Gobernador General pudo intercambiar opiniones durante mucho tiempo con sus interlocutores del Patriarcado Latino de Jerusalén, en Israel, Palestina y Jordania, dedicando mucho tiempo para darse cuenta, sobre el terreno, de los proyectos en curso -apoyados por la Orden- en los campos de la educación, la pastoral o incluso la acogida de los refugiados. Esta visita enmarcaba providencialmente el 170 aniversario de la restauración del Patriarcado Latino y la reorganización de la Orden del Santo Sepulcro, por el papa Pío IX, durante el verano de 1847.

Antes de salir, el Gobernador General pudo preparar su visita a Tierra Santa charlando con el Administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, retenido excepcionalmente en Roma por una sesión con los obispos nombrados durante el año.

Mons. Giacinto Boulos Marcuzzo, Vicario patriarcal para Jerusalén y Palestina, acogió al Gobernador General y a la delegación que lo acompañaba diciendo la palabra de bendición «Mabrouk», pronunciada en árabe, explicó que «la palabra evoca el bien recibido como una fuerza necesaria para el bien que queda por cumplir». «Es todo lo que necesito », respondió el Embajador Leonardo Visconti di Modrone, deseoso de sacar provecho de ese viaje para desempeñar lo mejor posible su nuevo cargo.

El grupo se dirigió después hacia la tumba de los dos primeros patriarcas de Jerusalén, nombrados durante la refundación del siglo XIX, Mons. Joseph Valerga y Mons. Vincent Bracco, para solicitar su intercesión y que esa visita fuera un éxito para el servicio de las «piedras vivas» de Tierra Santa.

Jaffa Primera piedra y placa conmemorativa, en Jaffa de Nazaret, rindiendo homenaje a los miembros de la Orden del Santo Sepulcro por la ayuda aportada a la escuela y a la parroquia.

Primera piedra en Jaffa de Nazaret

La primera etapa en el programa fue Jaffa de Nazaret, en Galilea, donde esperaban al Gobernador para colocar la primera piedra de un lugar nuevo para la escuela parroquial y la nueva casa rectoral, construcciones posibles gracias a la ayuda aportada por la Orden. Acompañaban a esta delegación el nuevo canciller de la archidiócesis, el P. Ibrahim Shomali, el nuevo director de los servicios administrativos, Sami El-Yousef y el P. Iyad Twal, director de las escuelas del Patriarcado.

En el discurso pronunciado por el Vicario Patriarcal para Israel nombrado recientemente, el P. Hanna Kaldani, miembro de la Orden del Santo Sepulcro, recordó la importancia de esta escuela para las familias de la región, en particular para la comunidad cristiana. Se encontraban presentes un centenar de dignatarios locales, entre los que destacaba el alcalde de la ciudad, orgullosos de ver al Gobernador de la Orden acercarse a ellos para saludarlos.

Les declaró estar particularmente «emocionado por las sonrisas de los alumnos más pequeños, radiantes de una alegría contagiosa que nos empuja hacia adelante en la fe y nos anima a servir con prioridad a las personas».

Pontifical Mission

El encuentro con la Pontifical Mission

Al día siguiente, la delegación tenía cita con Joseph Hazboun, director de la CNEWA – Misión Pontificia en Jerusalén, organización que depende al mismo tiempo de la archidiócesis de Nueva York y de la Congregación para las Iglesias orientales.

«Desde la fundación de la CNEWA por Pío XI, en 1929, y de la Misión Pontificia por el papa Pío XII, en 1949, tratamos de ayudar al pueblo palestino que es víctima de la ocupación, intentando aplacar los sufrimientos con acciones que mantienen viva la esperanza de las jóvenes generaciones», precisó el director.

El Embajador Visconti di Modrone le expresó su deseo de crear sinergias y favorecer la coordinación entre todas las iniciativas que van en el sentido de la complicidad y el diálogo en Tierra Santa.

Universidad de Belén

Apoyo a la universidad de Belén

En esta óptica era necesario, para el Gobernador General, pararse en la universidad de Belén ya que este establecimiento es necesario para los jóvenes estudiantes de Palestina. Actualmente son más de 3.000 inscritos, en cinco facultades, entre ellas una escuela de enfermería en pleno desarrollo.

El Hermano Peter Bray, religioso de la Salle, presidente de la universidad, pidió al Embajador Visconti di Modrone que agradeciera a los miembros de la Orden por sus casi nueve millones de dólares donados a ese «oasis de paz» desde hace veinte años, permitiendo que muchos estudiantes mantuvieran la esperanza a pesar del muro de separación y de la «segregación» que asolan los territorios palestinos asfixiados por una colonización salvaje.

Algunos de ellos no han podido aún ir al Santo Sepulcro, por culpa del muro y de las restricciones de desplazamiento, ni siquiera ver el mar que se encuentra a pocos kilómetros. Desde la terraza de la universidad pudimos darnos cuenta de ese «asedio» progresivo preocupante que parece reforzar una «estrategia del caos» destinada a desesperar a la población, «como en Gaza», nos dijeron.

Al Seminario de Beit Jala El Embajador Leonardo Visconti di Modrone acompañado por el P. Yacoub Rafidi, nuevo rector del Seminario de Beit Jala, delante del icono mariano de la capilla donde rezan todos los días los futuros sacerdotes del Patriarcado Latino.

Formar a los futuros sacerdotes: el Seminario de Beit Jala

Siguiendo en Palestina, cerca de Belén, el P. Yacoub Rafidi, nuevo director del Seminario de Beit Jala y su equipo, recibieron ese mismo día por la tarde al Gobernador General y a la delegación. «Ustedes forman parte de nuestra familia », les declaró el rector, reconociendo la ayuda constante aportada por la Orden para la formación de los futuros sacerdotes del Patriarcado. Este año son unos sesenta, con una veintena en el Seminario Menor.

«La misión de Mons. Valerga, que fundó esta institución en 1852, continúa con un espíritu misionero, ya que queremos que la fe en Cristo siga creciendo en la tierra de nuestros padres, de los patriarcas y profetas», añadió el P. Rafidi, señalando el icono del Seminario, de género sin igual, que representa a la Virgen con el Niño en brazos vestido con un traje eclesiástico.

Sinergia con la Custodia El P. Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, rodeado por el Gobernador General y por los dos eminentes miembros del Gran Magisterio (Thomas McKiernan, presidente, a la izquierda y Bartholomew McGettrick a la derecha).

Sinergia con la Custodia

Ese segundo día estuvo marcado también por el encuentro con el P. Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa desde hace unos meses, amigo del nuevo Administrador apostólico del Patriarcado Latino, Mons. Pierbattista Pizzaballa, él mismo antiguo Custodio. Recibió al Gobernador General en la sede de la Custodia, en Jerusalén, describiendo la misión de los religiosos franciscanos en los santos lugares desde hace 800 años, históricamente para mantener la presencia del catolicismo latino cuando dejó de estar representado allí el Patriarcado.

Del 16 al 18 de octubre tuvieron lugar las celebraciones de ese aniversario, en las que participó el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales y los representantes de las conferencias episcopales de todo el mundo.

El P. Patton, con su extraordinaria autoridad natural, insistió en la necesidad urgente de ayudar a las familias cristianas, especialmente en la educación de los jóvenes, y estuvo de acuerdo con el Gobernador sobre la necesidad de trabajar en una «sinergia global » sobre este tema, particularmente reforzando la transmisión de la fe y la formación cristiana, punto débil y «verdadero problema » desgraciadamente confirmado en muchos establecimientos educativos.

Scuola Naour Visita de la escuela en Naour, beneficiaria de uno de los proyectos financiados por la Orden

Visita de los proyectos en Jordania

El miércoles, la delegación se dirigió a Jordania para una visita de dos días. Mons. William Shomali, Vicario patriarcal para Jordania, esperaba al Gobernador General en Naour, en las afueras de Ammán, para la inauguración de una guardería y una nueva planta de aulas en una escuela parroquial del Patriarcado. El recibimiento por todo lo alto, los bailes folclóricos y la cantidad de personas que vinieron para representar la comunidad cristiana durante la bendición de los locales, eran testigos de la dimensión del evento, con un gran impacto mediático.

En el Reino de Jordania la Iglesia católica goza de una estabilidad inusual en la región; los cristianos son mucho más numerosos que en Palestina e Israel, lo que justifica la creación de proyectos importantes como por ejemplo la construcción de nuevos locales para el culto. El Gobernador General y la delegación visitaron después las obras de una iglesia parroquial dedicada a San Pablo, en Jubeiha, al norte de Ammán, en un barrio donde se reúnen cada vez más cristianos que vienen para trabajar en la capital jordana. Ya forman la comunidad cristiana local más de 1.500 familias, es decir, unas 7.000 personas, y se espera con impaciencia la nueva iglesia en construcción. Los parroquianos mostraron su interés por el proyecto pagando parte de las primeras obras. La ayuda de la Orden va a continuar.

El jueves 14, día de la Cruz Gloriosa, el programa tenía previsto una peregrinación al Monte Nebo, desde donde Moisés vio la Tierra prometida. En ese lugar santo, administrado por los religiosos franciscanos de la Custodia, se recuerda el bastón de Moisés coronado con una serpiente de bronce, que curaba a todos los que se ponían delante: anticipación de la cruz de Cristo que nos salva de la muerte eterna.

La delegación rezó en esta montaña, en dirección a Jerusalén, apoyándose en los textos de la liturgia del día exaltando el misterio de nuestra salvación, pidiendo a Dios su protección para todos los habitantes de Tierra Santa.

Refugiados y mosaicos

La Orden al lado de los refugiados

Un poco antes durante el día, el Gobernador General, había visitado a los refugiados iraquíes que trabajan en Madaba, a 30 km al sur de Ammán, una ciudad jordana en la que la comunidad cristiana es importante.

En un centro formado por caravanas, los refugiados confeccionan mosaicos destinados a la venta. La Orden participa en la financiación de esas instalaciones humanitarias, junto con Cáritas y la embajada de Francia. Salam, un joven refugiado de 31 años, herido en un atentado en Mosul, que huyó de la ciudad de Qaraqosh con su familia, nos explica que es más fácil para los sirios planear una vuelta a casa después de la caída de Dáesh, pero que es diferente para los iraquíes, atemorizados por la situación de inestabilidad que perdura en su país. «Nuestra fe en Cristo es una roca sólida, no nos queda nada más que Dios», manifiesta Salam, del que no olvidaremos ni sus palabras, ni su mirada.

Mons. Mauro Lalli, encargado de negocios en la Nunciatura de Jordania desde hace poco tiempo, invitó a la delegación de la Orden a cenar, muy impresionado por la obra realizada en la región por los Caballeros y Damas, «no solamente para conservar la fe en los lugares santos, sino también para hacerla crecer».

Saint-Sépulcre 2017 Los miembros de la delegación del Gran Magisterio rezaron en el Santo Sepulcro, el día de la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, por todas las intenciones de los Caballeros y Damas en el mundo.

Últimas citas en Jerusalén 

De vuelta a Jerusalén, el viernes, el Gobernador conversó con los sacerdotes de Palestina – el diálogo fue sincero y directo – durante un almuerzo ofrecido al Patriarcado Latino. Le ofrecieron un icono de Nuestra Señora de Palestina, pintado por una Hermanita de Belén, bendecido por la tarde por Mons. Fortunato Frezza, durante una peregrinación de la delegación al Santo Sepulcro, por la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores.

Una reunión al final de la estancia estudió el tema de la ayuda aportada, o esperada, de la Orden, con Sami El-Yousef y su equipo, en el que se encuentra un matrimonio francés, Claire y Charles-Edouard Guilbert, encargados de la junta de proyectos. Se indicaron los proyectos acabados, los proyectos en curso estudiados y los proyectos futuros propuestos, en un ambiente de profunda confianza. La próxima sesión del Gran Magisterio, a finales de octubre, los tratará con detalle.

Antes de partir para Roma, una última cita nos permitió hablar con Claudio Maina, director del Secretariado de la solidaridad, que depende localmente de la Nunciatura apostólica. Su misión es, en relación con la Congregación para las Iglesias orientales, distribuir subvenciones a las escuelas católicas que no pertenecen al Patriarcado Latino; se da cuenta de que ciertas familias cristianas tienen verdaderas dificultades para pagar los gastos de inscripción. «Se pierde la identidad religiosa, la rentabilidad es demasiado a menudo criterio de funcionamiento, tienen que ser exigentes respecto a la ayuda que aportan, para que no se margine la transmisión de la fe en las escuelas », recomendó, coincidiendo con la reflexión del Custodio. La afirmación de la fe es de 25% para los cristianos de Tierra Santa, mientras que es de 55% para los judíos y 65% para los musulmanes.

Los apuntes tomados, las informaciones recibidas y las relaciones personales creadas por el Gobernador General durante toda esa semana, en esta primera fase de observación de su mandato, le facilitarán la comunicación con el Patriarcado en los años venideros. Este viaje abre, sin lugar a dudas, un nuevo y prometedor capítulo de colaboración entre la Orden y la Iglesia que vive en Tierra Santa.


François Vayne


(octubre 2017)