Vuelta a las clases

Entrevista con el P. Yacoub Rafidi, nuevo director de las escuelas de Palestina

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Fr_Yacoub Rafidi

Durante el verano, el Patriarca Pizzaballa anunció nuevos nombramientos en su diócesis. El padre Yacoub Rafidi fue nombrado director de las escuelas del Patriarcado latino en Palestina, tras cuatro años como rector del seminario de Beit Jala.

Un mes después de su toma de posesión, hemos hecho algunas preguntas al P. Yacoub Rafidi sobre sus nuevas responsabilidades.

 

¿Cómo afronta su nuevo cargo de Director de las escuelas en Palestina y cuáles son los principales retos a los que se enfrentará en los próximos años?

Ha pasado un mes desde que asumí la dirección de nuestras escuelas y estoy muy ocupado en el comienzo del año escolar, con muchos desafíos que enfrentar. Me gustaría compartir con ustedes la primera visión de nuestro trabajo, ya que la educación de los jóvenes en Tierra Santa está en el centro del compromiso de la Orden.

He encontrado una gestión escolar bien organizada desde el punto de vista administrativo y financiero. Trabajamos en equipo. Al principio, visité todas nuestras escuelas con el equipo administrativo, excepto la de Gaza (estamos esperando la autorización de Israel). Primero visitamos al párroco y compartimos con él los puntos fuertes y débiles de su escuela. Le escuchamos para que compartiera la responsabilidad con nosotros. A continuación nos reunimos con los directores -a los que presenté la visión y los objetivos en los que trabajaremos el año que viene-, los administradores, los profesores y los alumnos de nuestras escuelas.

Junto con nuestro equipo administrativo, intento centrarme en tres puntos principales:

  • especial atención a las infraestructuras de la escuela con intervenciones periódicas a lo largo del año y la realización de proyectos de desarrollo
  • intensificación del desarrollo de capacidades en nuestras escuelas mediante diversos cursos para directores y profesores de todas las disciplinas;
  • atención a todos los aspectos que contribuyen a reducir el déficit sin afectar a la calidad de la educación.

 

Ha sido durante varios años rector del Seminario de Beit Jala. ¿A qué tiene que dar gracias después de estos años de servicio y cuáles son sus mejores recuerdos?

No fue una tarea fácil, pero fue una experiencia maravillosa a todos los niveles, especialmente a nivel personal, espiritual y sacerdotal. Lo que distingue al seminario es el espíritu de familia entre sacerdotes, monjas, profesores y seminaristas. Junto con mis hermanos he vivido una gran alegría sacerdotal, y al final de mi servicio en el seminario he celebrado mis bodas de plata sacerdotales: 25 años al servicio del Señor. Doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado durante estos largos años.
Uno de los momentos más hermosos que viví en el Seminario fueron las ordenaciones, tanto menores como mayores, consideradas como un estímulo y un consuelo espiritual para los sacerdotes formadores del Seminario.

 

¿Cómo se presenta este nuevo año para los estudiantes?

Los alumnos acogieron con alegría el inicio del curso escolar tras un largo periodo en casa por culpa del COVID-19.  Además, están muy contentos de encontrarse con sus compañeros de clase a los que echaron de menos durante todo el año pasado. Las direcciones de las escuelas locales estaban perfectamente preparadas y recibieron a los alumnos con actividades y actos especiales para el primer día de clase. Durante la primera semana, todos los colegios celebraron una misa de vuelta al cole.

Sin embargo, la situación sanitaria sigue siendo difícil y esto supone un gran reto para nosotros y para nuestras escuelas.

 

¿Cuáles son los éxitos y los puntos fuertes de la educación de los jóvenes en las estructuras del Patriarcado que ya ha tenido ocasión de conocer? ¿Puede compartir alguna historia sobre esto?

Durante el periodo estival se llevaron a cabo trabajos de mantenimiento para garantizar que todas las escuelas estuvieran listas para el nuevo curso escolar con nuevo mobiliario y equipos electrónicos para la enseñanza a distancia. Además, hemos nombrado a nuevos profesores.

Nuestras escuelas forman buenos creyentes y buenos ciudadanos, en un entorno humano, educativo y pedagógico sano que contribuye a tender puentes y a desarrollar la sociedad. Otro de los puntos fuertes es nuestra disposición a acoger a los alumnos al inicio del curso escolar, lo que se hizo de forma profesional, sobre todo por la experiencia de adaptación a la situación sanitaria actual. Durante el verano se organizaron varios cursos para que los profesores aumentaran sus habilidades y capacidades y así mejoraran su rendimiento.

Este año nos centramos en los jardines de infancia de todas nuestras escuelas, ocupándonos de los profesores, el mobiliario y los edificios.

Esta misión e importante labor en las escuelas del Patriarcado Latino no puede llevarse a cabo sin el apoyo y la colaboración de la Orden del Santo Sepulcro, a la que expresamos nuestro agradecimiento y aprecio por todo el apoyo material, moral y espiritual prestado a nuestras escuelas.

 

Entrevista realizada por Elena Dini

 

(septiembre de 2021)