Tras el conflicto armado en Tierra Santa, las necesidades son inmensas

Sami El-Yousef, Director general del Patriarcado latino, nos ha enviado el pasado fin de semana un informe sobre los proyectos - especialmente los apoyados por la Orden - directamente afectados por el reciente conflicto armado en Tierra Santa.
 

«En Gaza, todos los proyectos que iban a empezar a realizarse durante las vacaciones de verano se verán afectados, ya que habrá escasez de materiales de construcción. Entre estos proyectos hay más o menos cinco para la escuela del Patriarcado latino de Jerusalén y la parroquia de Gaza financiados por la Orden, que incluyen la renovación del vestíbulo de la escuela, la reforma de los laboratorios de ciencias, nuevos ordenadores para las salas de informática, la reparación de los daños estructurales del salón parroquial, el aislamiento del tejado del convento de las Hermanas, la ampliación del balcón del convento y la instalación de una pérgola en el patio de la escuela.

También nos preocupa nuestra capacidad de transferir fondos a Gaza para diversos proyectos humanitarios y de creación de empleo, ya que cuatro bancos han sido destruidos durante los ataques y la disponibilidad de efectivo en otros bancos de Gaza se está convirtiendo en un grave problema.

También en Gaza, el proyecto de ampliación de los locales del hogar para niños discapacitados gestionado por las Hijas de la Caridad está ahora en suspenso y las obras tendrán que retrasarse. Este proyecto, financiado por la archidiócesis de Colonia, debía estar terminado en junio. En Cisjordania, nuestro personal, así como los trabajadores y contratistas, tienen dificultades para desplazarse, ya que las carreteras son inseguras debido a los continuos ataques de los colonos, por lo que los proyectos en Taybeh, Birzeit, Jifna y Ein Areek se verán seguramente afectados y tardarán más de lo previsto.

En Jerusalén, el proyecto de aislamiento del tejado del Patriarcado latino que debía comenzar ahora está en suspenso, ya que el contratista es de Cisjordania y seguramente tendrá dificultades para llegar a Jerusalén en estos momentos. Se podrá hacer tan pronto como las tensiones en Jerusalén disminuyan.

En cuanto a los daños en Gaza, nuestra evaluación inicial nos obligaría a ampliar nuestro apoyo a las siguientes actividades:

• ayudar a las Hermanas del Rosario a encontrar recursos para reparar los enormes daños sufridos en la escuela, el jardín de infancia y el convento. Esta será una empresa costosa dada la magnitud de los daños; reparar los daños de la parroquia de la Sagrada Familia, principalmente, como primer paso, los paneles solares del tejado que resultaron dañados por la metralla;
• los apartamentos de decenas de familias cristianas de Gaza han sufrido daños de diversa consideración. Algunos de los daños son menores, como ventanas y puertas rotas, tuberías de agua y paneles solares dañados, mientras que otros daños son en estructuras, muebles y electrodomésticos;
• ayudar potencialmente a algunas familias cristianas cuyos apartamentos alquilados han quedado inhabitables, tal vez durante un año... Proporcionar asistencia humanitaria a quienes han perdido sus puestos de trabajo o, tal vez, sus negocios, hasta que reconstruyan sus vidas; proporcionar apoyo post-trauma en forma de programas psicosociales para todos los grupos de edad para ayudar a la gente a recuperarse mentalmente de los 11 días de bombardeo que han durado las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

Esta es solo una primera lista, y estoy trabajando con el P. Gabriel en Gaza para evaluar las necesidades con mayor precisión, de modo que en los próximos días sepamos dónde centrarnos y tengamos una idea del coste financiero.

Espero que puedan empezar a preparar a los miembros para que sepan que las necesidades son inmensas y que, si quieren ayudar, tendremos que encontrar los medios adecuados (ciertamente en coordinación y con la aprobación del Gobernador General y su equipo en el Gran Magisterio de la Orden)».

(Mayo 2021)